21 de enero de 2025
Paradoja de Fermi
EL FARO DE LYCON
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86 - La paradoja de Fermi: ¿Donde están las civilizaciones extraterrestres?
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En este episodio vamos a adentrarnos en un tema que ha desconcertado a científicos y entusiastas de la exploración espacial durante décadas; abordaremos una de las preguntas más intrigantes de la humanidad: ¿estamos solos en el universo?

Hagamos cuentas…

Se estima que solo en nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay unos 200.000 millones de estrellas y que hay cientos de miles de millones de galaxias en el espacio observable (sí…, he dicho cientos de miles de millones de galaxias), y cada una de ellas cuenta con un número similar o incluso mucho mayor de estrellas que la Vía Láctea.

Gracias a los avances en los telescopios modernos y en base a las investigaciones realizadas hasta ahora, se ha llegado a la certeza de que un porcentaje muy elevado de esas estrellas cuenta con planetas orbitándolas, y que algunos de esos planetas podrían reunir características compatibles con la vida tal como la conocemos.

Por la abrumadora cantidad de planetas que supuestamente hay en el universo, lo lógico es pensar que en un determinado porcentaje de ellos existan esas condiciones y que la vida sea más común en él de lo que podemos imaginar, incluyendo vida inteligente y suficientemente avanzada como para poder explorarlo.

Uno de los científicos pioneros en la búsqueda de vida fuera de nuestro planeta fue el astrónomo Frank Drake, reconocido por los importantes estudios que realizó sobre Venus y Júpiter, además de otras importantes aportaciones en su campo.

Drake lideró un proyecto llamado Ozma, que atrajo a muchos científicos de renombre para crear un taller de debate sobre la búsqueda de vida más allá de la Tierra.

Para poder guiar esos debates entre los científicos de una forma razonable, Drake empezó a hacer una lista de factores que permitieran estimar de alguna forma la frecuencia posible de vida en otros planetas teniendo en cuenta la información disponible.

Entonces, se dio cuenta de que ese planteamiento se podría plasmar en una ecuación que tomara todas las variables posibles y que permitiera hacer una estimación razonable de un posible número de civilizaciones detectables que podría haber en la Vía Láctea en función de la información existente. De esta forma surgió la conocida como Ecuación de Drake.

La ecuación contempla factores como la tasa de formación de estrellas, el porcentaje de ellas que tendrían planetas orbitándolas y el número de estos planetas que orbitarían a una distancia razonable de su estrella, además de reunir características geológicas adecuadas para la vida. Sobre ellos, habría a su vez un porcentaje planetas que correspondería a los habitados por civilizaciones inteligentes, cuantas de ellas habrían desarrollado capacidades comunicativas y durante cuánto tiempo podrían mantenerlas.

En todo caso, hay que aclarar que la ecuación de Drake en sí no proporciona un número exacto de civilizaciones comunicativas en la galaxia, sino que simplemente ofrece un marco para poder hacer estimaciones y supuestos basados en datos disponibles. El valor final depende de la exactitud de los valores asignados a cada uno de los factores de la ecuación. Obviamente, a medida que la tecnología avance y aporte datos más concretos y confirmados, la fórmula ofrecerá también un mejor análisis.

¿Pero cuál sería el número con los datos disponibles a día de hoy?

Las estimaciones que manejan los científicos plantean que podría haber desde cientos hasta millones de civilizaciones comunicativas en la galaxia, aceptando eso sí, que estos números están basados en nuestra comprensión actual del universo y de lo que se sabe de él.

Si aceptamos esta lógica, el asunto nos lleva a un dilema muy interesante conocido como la Paradoja de Fermi, la cual plantea una pregunta aparentemente sencilla pero muy profunda. Si el número de planetas en la galaxia es tan enorme, ¿por qué no nos ha llegado ninguna señal de ellas hasta ahora?

La Paradoja de Fermi debe su nombre a un físico italiano llamado Enrico Fermi. Fermi fue un científico brillante, conocido por su trabajo en el desarrollo del primer reactor nuclear y por recibir el Premio Nobel de Física en 1938. También participó en el Proyecto Manhattan, en el que se desarrolló la bomba atómica

Un día, durante una conversación casual con colegas del Laboratorio Nacional de Los Álamos, en la que se debatía sobre la posibilidad de que existieran miles de civilizaciones extraterrestres, en nuestra galaxia, Fermi planteó esta simple, pero inquietante pregunta: Si eso es así, ¿dónde están todos?’ Esa cuestión ha resonado desde entonces, desafiando las expectativas de nuestra comprensión del universo.

La paradoja es la aparente contradicción entre la alta probabilidad de que exista vida extraterrestre fuera de nuestro planeta y la falta de evidencia de su existencia. Con tantos miles de millones de estrellas y muchos más de planetas solo en nuestra galaxia, cabría esperar que a estas alturas ya hubiéramos detectado alguna señal o prueba de civilizaciones avanzadas. Sin embargo, hasta la fecha, seguimos sin recibir ninguna, al menos oficialmente. ¿Cómo puede ser esto posible?

La paradoja plantea varias posibles explicaciones para esta contradicción…:

Para empezar, la más simple…, que la vida extraterrestre a menos la inteligente, es mucho menos común de lo que se estima o simplemente que no existe en nuestra línea temporal. Es decir, en los 14.000 millones de años que se estima tiene el universo conocido, los 300.000 años de existencia del Homo sapiens como especie no llegan a ser ni un suspiro en términos de tiempo. Sería mucho más probable que esas civilizaciones extraterrestres hayan existido en otro momento temporal distinto al nuestro.

Otra posibilidad es que las civilizaciones extraterrestres existan en nuestro momento temporal, pero dispongan de tecnologías de comunicación incompatibles con las nuestras y nosotros, aunque estemos recibiendo sus señales, las percibamos como ruidos sin sentido alguno que no podamos asociar a una inteligencia o simplemente no percibamos nada.

También podría ser que la diferencia de desarrollo con esas supuestas civilizaciones sea tan grande que no estén interesadas en comunicarse con nosotros más de lo que nosotros tratamos de comunicarnos con las hormigas.

Pero hay otras teorías que intentan resolver la paradoja de Fermi:

Una de ellas es llamada la hipótesis del Gran Filtro, que sugiere la posibilidad de que exista una especie de ciclo o de límite natural que impide que una civilización avance hasta el punto de crear tecnologías de comunicación que permita contactar con otras civilizaciones lejanas. Es decir, que su propio desarrollo como civilización llegue a un punto que sea insostenible y se autodestruyan.

Otra más podría ser la hipótesis de que las civilizaciones muy avanzadas eviten deliberadamente contactar con otras mucho menos desarrolladas para evitar la contaminación cultural o la interferencia en su desarrollo natural, algo que tendría lógica, si tenemos en cuenta la historia de la propia humanidad y las consecuencias que tuvieron otros encuentros entre civilizaciones.

Y la preferida por los más escépticos es la hipótesis de la Rara Tierra, que simplemente plantea que nuestro plantea es excepcionalmente raro, y que por una serie de increíbles coincidencias, de procesos químicos y biológicos, surgió lo que entendemos como vida en nuestro planeta, por lo que estamos solos en el universo.

Sea como sea, la búsqueda de vida extraterrestre, inteligente o no, sigue siendo una de las preguntas más fascinantes e intrigantes de la ciencia moderna. Y lo cierto es que la ausencia de una evidencia no es confirmación de que no exista, sobre todo en este caso.

La búsqueda continúa y, con cada nuevo descubrimiento astronómico y avance tecnológico, nos acercamos un poco más a resolver este enigma. Tal vez esta generación en la que vivimos sea la que resuelva la cuestión.

En cualquiera caso, el día que se encuentre una respuesta definitiva e incuestionable a la pregunta de si existe vida inteligente en otros planetas, sin duda las consecuencias para la humanidad podrían ser profundas en múltiples aspectos, tanto científicos, como filosóficos, religiosos e incluso psicológicos y emocionales.

La confirmación de vida extraterrestre inteligente sería un evento histórico con repercusiones a gran escala que son difíciles de imaginar y que impactaría en todos los aspectos de la vida humana. Tal vez sea esta la principal razón por la que esa respuesta no ha llegado o simplemente no se ha dado a conocer, ni llegue a darse nunca.

Con esta reflexión acaba el episodio de hoy. No dudes en aportar tus comentarios y de suscribirte al canal si te interesan estos temas. Desde EL FARO DE LYCON seguiré compartiendo muy pronto otras historias apasionantes sobre nuestro pasado y presente.


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