El libro del Éxodo cuenta como hace 3.200 años el sacerdote Jetro, que era suegro de Moisés, sugirió a éste que aceptara enseñar la ley a otros para poder nombrar jueces menores en los que delegar parte de su poder.
Moisés honró los sabios consejos de Jetró estableciendo un sistema de cortes, dió enseñanza a hombres capaces y posteriormente les entregó autoridad para poder así servir de manera significativa y provechosa al pueblo.
Moisés se vio descargado de tareas menores y pudo enfocarse en lo importante, haciendo que el desarrollo se extendiera por todo su pueblo. Él entendió su verdadera tarea y que el delegar no significa abandonar responsabilidades y dejarlas en manos de otros.
Compartir conocimiento es un obsequio valioso a otras personas para ayudarlas a crecer; en reciprocidad, se devolverá e forma de valor apreciable por quien en su momento aportó ese conocimiento y será un beneficio para el conjunto.
Descubre más desde EL FARO DE LYCON
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.